
Crianza
Elegir el camino de la crianza respetuosa para el crecimiento de nuestr@s hij@s significa acompañarl@s desde el respeto y la empatía. Desde la crianza respetuosa se apunta a “escuchar” al niñ@ e intentar comprender lo que le sucede y lo que necesita de nosotr@s, l@s adult@s.
A partir de ahí, se intenta dar respuesta a esa necesidad de manera amorosa.
A lo largo de su crecimiento se nos presentan desafíos, dudas, preguntas e inquietudes. Queremos brindarte la información necesaria para que puedas acompañar a tu peque de la manera más respetuosa y amorosa posible.

Prevención de accidentes!
¿Usamos o no andador?
La sociedad argentina de pediatría y la mayoría de las sociedades científicas, hace varios años desaconsejan el uso del andador.
Existe evidencia contundente de que este objeto no produce Ningún Beneficio motor y por ende, no colabora nada en la adquisición de la marcha, incluso, se sabe que en muchas ocasiones la retrasa, debido a que entre otras cosas, fomenta el apoyo del pie solo en la punta, impide que el peque se mire los pies al caminar, además retrasa el gateo, lo que disminuye el fortalecimiento lumbar y abdominal (tan necesarios para caminar solitos).
A pesar de todo esto, quizá lo más importante, es la mayor exposición (innecesaria) a accidentes domésticos, principalmente caídas, y aunque vamos a escuchar que los andadores, pueden ser cada vez más firmes y estables, eso no disminuye el riesgo, ante escaleras, escalones o irregularidades del terreno, que son frecuentes en los hogares.
Por ende, ante este mayor riesgo de accidente, ante la comprobadísima falta de beneficios a la hora de caminar, y porque ante todo, recomendamos el porteo ergonómico y la estimulación para el gateo, es que desde este espacio, NUNCA recomendaremos el uso de andadores!

Qué crees tú que puedes hacer en mi circo?
¿Qué crees tú que puedes hacer en mi circo?Libro infantil de Georgina Roo y Maximiliano Luchini, de la editorial @pequeno.editor
¡¡¡Ojo que te lo spoileo!!!
Es la historia de un niño que se entera que llega un circo a su pueblo y se vuelve loco por ir a demostrar su talento... Le cuesta mucho poder hablar con el dueño del circo porque está ocupado o durmiendo. Cuando finalmente el señor lo atiende de mala gana, el niño le cuenta que quiere estar en el circo porque puede imitar a los pájaros. El dueño se burla y le dice que imitadores de pájaros conoce varios y lo corre sin siquiera verlo... El maravilloso final es el niño con un talento más allá de la imaginación de este señor!!!
¡Me encantó este cuento! Es corto y sencillo, a mi entender para niños mayores de 3 años. Básicamente porque me hizo pensar cuántas veces nuestr@s hijos e hijas tienen cosas maravillosas para compartir y no le damos mucha importancia, escuchamos sin escuchar o miramos con el otro ojo puesto en el celular, o cosas por el estilo. Y pensaba la primera vez que lo leí con Nico, ¿cuántas cosas maravillosas ya me habré perdido?
¿Les pasa que a veces están con l@s peques pero con la cabeza en otro lado?
#escuchágordo porque los papás por ahí tenemos niveles de cuelgue un poco más grandes! ¡Y criar es cosa de los dos!

Un “inconveniente” con el BLW
“La cocina vive sucia”, “Tiene toda la ropa manchada”, “Tira todo al piso”, “Me estresa que se ensucie tanto”. Frases que suelen repetirse en los cuidadores cuando l@s peques inician con el BLW.
Al iniciar la alimentación complementaria se busca que l@s niñ@s despierten su interés por los alimentos, que los conozcan y establezcan una relación positiva con la comida desde el comienzo. Al mismo tiempo, es sumamente importante que ell@s aprendan a autorregularse con los alimentos, adquiriendo plena noción de sus necesidades y preferencias. Y todo esto se puede lograr si dejamos que se ensucien con la comida.
Comer sol@s y ensuciarse con los alimentos tiene muchos beneficios para nuestr@ bebé:
✔ Desarrollará más sus habilidades motoras( desarrollo psicomotor, coordinación ojo-mano-boca, adquisición de la motricidad fina y gruesa).
✔ Aprenderá a regular la velocidad con la que come.
✔ Tendrá mayor conciencia sobre su cuerpo.
✔ Disfrutará del momento de la comida.
✔ Se familiarizará con el alimento, lo que llevará a una mayor aceptación de la variedad al experimentar diversas texturas y sabores.
✔ Aprenderá a comer con seguridad.
¿Cómo se sienten frente al “enchastre” con las comidas? ¿Qué estrategias les sirvieron para sobrellevarlo?

El lado B del “yo solit@”
Obviamente que esta etapa trae una alegría inmensa, felicidad por verl@s crecer y alcanzar su autonomía.
Ahora bien, ¿qué implica esta etapa para quienes maternamos? Aparte de la felicidad inmensa... ¡¡¡También implica redoblar esfuerzos!!!
Con Manu (2 años) estamos en plena etapa del “yo solita”. Hace aproximadamente 6 meses que todo quiere hacer solita:
- Lavarse los dientes (ante lo cual intento que no se moje demasiado)
- Cambiarse (no tengo problema con la combinación de prendas y colores, ¡pero sí con el frío! Generalmente elige ropa super desabrigada!)
- Comer
- Alcanzar lo que se propone (¡les juro que llega a lugares impensados!)
- Y cualquier otra actividad que se les ocurra, todo quiere hacer solita.
En muchas ocasiones, entramos en puja con sus deseos de autonomía. Intentamos gestionar por ell@s, lo cual nos permite hacer las cosas en menor tiempo y de la forma que venimos acostumbrados.
Les confieso que muchas veces siento culpa por sentirme así, trato de dejarla de lado para poder construir junto a ella este nuevo camino que le toca transitar, brindarle la confianza que necesita para aprender y hacer solita. Manu me enseña que los tiempos son relativos, me ayuda día a día a distinguir lo urgente de lo importante y me motiva a buscar nuevas formas, nuevas estrategias que le posibiliten “hacer solita” sin riesgos, con posibilidades de elegir en libertad.
¿Les pasa? ¿Cómo se sienten o se sintieron durante esta etapa?

¿Escuchaste el término "exterogestación"? ¿Conoces su significado?
La cría humana nace inmadur@, es decir, necesita por más tiempo que los otros mamíferos el cuidado de su mamá.
Los humanos deberíamos estar más tiempo dentro del útero para seguir desarrollándose. Durante la evolución, al adquirir la bipedestación, las caderas se estrecharon y si la cría estaría más tiempo en el vientre materno, no podría ser dado a luz.
El pecho materno es el lugar más parecido al útero para que el/la bebé/a sienta “suavecita” la transición a este mundo y logre adaptarse. Decimos que la cría necesita, por lo menos, 9 meses de exterogestación (seguir siendo gestado pero fuera del útero). ¿Por qué? ¿Cómo estaba ese bebé dentro de la panza?
- Acurrucado, en posición fetal. Sintiéndose contenido por el útero de su mamá.
- En constante movimiento. Dentro del útero no hay quietud. Los movimientos de la mamá y de su respiración mantienen en ritmo al/la bebé/a.
- Oscuro y calentit@
- Escuchaba la voz y la respiración de su mamá.
- Se alimenta cada vez que lo necesita.
Entonces… En el pecho de mamá el bebé está contenido, siente su corazón y respiración, puede tomar la teta cuando lo desee (los pezones liberan el mismo olor al líquido amniótico), calentito (la mamá regula su temperatura). A toooodo esto le sumamos la contención emocional y el amor que siente un bebé cuando está upita de su mamá.

Ser mamá de un niño de 4 años
Ser mamá de un niño de 4 años
Hace tiempo vengo observando y sintiendo un notable crecimiento en Balta. Preguntas que intentan comprender la realidad desde otra óptica, con un sentido lógico, con intencionalidad de conocer el mundo que lo rodea (¡A veces dejándome sin respuestas!).
La expresión de sus emociones acompañadas por palabras precisas, que me permiten identificar lo que realmente lo enoja, lo entristece, lo alegra. Expresiones de su cuerpo acompañando esas palabras: abrazos, lágrimas y fuertes portazos cuando algo lo enoja mucho (todo un pequeño adolescente).
Mensajes que transmiten deseo de independencia, que demuestran que “él puede solo”: Cambiarse sin ayuda, guardar sus juguetes en la mochila, poner la mesa, sacar lo que desea de la heladera, desprender su cinturón para bajarse del auto, y podría seguir contando más!
Ahora bien, la presencia de estos indicadores de crecimiento suelen intercalarse con pedidos de ayuda, deseos de upa, rabietas injustificadas, inclusive suelen aparecer propuestas de juego donde “él es el bebé”.
Creo que tanto crecimiento necesita procesarse, asimilarse, sentirse. Necesita reconocerse desde otro lugar, con otra forma de ver el mundo, con otra forma de sentir su cuerpo y todo lo que este crecimiento le posibilita.
Este transitar no sólo es sentido por mi pequeño, también me atraviesa como mamá. Este vaivén de ser pequeñito, necesitar ayuda y acompañamiento junto a su deseo por transitar la libertad por nuevos caminos, muchas veces me desorienta, me deja sin saber cómo actuar, cómo acompañarlo sin limitar sus posibilidades pero habilitando su autonomía.
Me sirve no perder de vista que tiene 4 años, apenas 4 años. Me necesita con más amor y paciencia que nunca, intento respetar sus deseos de hacer las cosas solo, de intentar moverse con libertad, pero respondiendo siempre que puedo a su llamado cuando me necesita.
¿Se encuentran en esta etapa? ¿Que les genera ser mamá de un/a niño/a de 4 años?

“Siempre ahí”
“Siempre ahí”
Nos equivocamos, y están ahí.
Nos alegramos, y están ahí.
Nos mostramos tal cual somos, y están ahí.
Nos ven enojadas, y están ahí.
Necesitamos un abrazo, y están ahí.
Nos ven cambiar de estados de ánimos, y están ahí.
Nos ven tristes, y están ahí.
Enfrentamos logros y fracasos, y están ahí.
¿Existe amor más incondicional? Agradezco profundamente que estén ahí, a la par, creciendo conmigo.

Seguro que todo esto ya lo probaste y a veces te funciona y otras tantas no
Seguro que todo esto ya lo probaste y a veces te funciona y otras tantas no:
- Ponerte a su altura
- Mirarl@ a los ojos
- Explicar lo que está sucediendo
- Regular tus propias emociones
Peeeero, la teoría parece ser mucho más sencilla que la práctica. Ante el llanto desconsolado y el pataleo furioso a veces nada funciona. Les juro que termino cansada, a veces hasta angustiada por sentir que, al menos a mi, estas herramientas no siempre me resultan efectivas.
Fue ahí que comencé a preguntarme ¿por qué estos "tips universales" tienen que servirnos a todas las madres? ¿Tod@s l@s hij@s responden igual ante los desbordes? ¡Claro que no!
“Cada familia es un mundo”: distintos estilos de vida, dinámicas familiares, modos de expresarnos, necesidades e historias diferentes… El punto sería preguntarnos ¿qué necesita mi hij@ en este momento? ¿Cómo "le presto palabras" a sus emociones? ¿Cuál es su modo de comunicarse conmigo?
Algunos puntos a tener en cuenta:
▪︎ ¿Estamos atravesando una situación emocional tensa? No nos olvidemos que nuestr@s peques no son seres aislados, perciben de manera intensa lo que nos pasa. Muchas veces sus emociones suelen reflejar el clima del hogar. Si esto es lo que sucede, apuntemos a explicarle qué nos preocupa, qué sucede. Esto aliviará de gran manera su tensión emocional.
▪︎ ¿Cuáles son las características de mi hij@? ¿Suele necesitar acompañamiento y expresión desde lo corporal? ¿O le resulta más viable el uso de la palabra? Ante momentos de erupción emocional, ¿prefiere nuestra presencia cercana o cierta distancia?
▪︎ ¿Cuáles son nuestras características? Es muy difícil dar o hacer lo que no se tuvo o no se recibió. ¿Qué tipo de contención podemos brindar? ¿Nos sentimos cómodas sosteniendo desde el diálogo?
El punto de partida sería entonces, intentar leer y comprender la realidad que nos atraviesa como familia, comprendiendo que cada momento de la vida es único, cargado de sentidos particulares, necesitando acompañamientos singulares, especiales.
¿Les pasa? ¿Sienten que se les “queman los papeles” ante los desbordes emocionales de sus peques?

¿Por qué es importante prestar atención a la alimentación de nuestr@s hij@ durante los primeros años de vida?
¿Escucharon hablar de los “primeros 1000 días”? Estos 1000 días se componen de: los 9 meses de gestación (270 días) + 1° año de vida (365 días) + 2° año de vida (365 días).
Este tiempo representa una “ventana de oportunidad” en el crecimiento y desarrollo de nuestr@s hij@s que les dejará huellas en su salud futura. Esto es así porque durante este período sus organismos se encuentran con mayor sensibilidad a las influencias del ambiente, sus células, tejidos y sistemas se encuentran en plena evolución, sus cuerpos tienen mayor plasticidad: son más moldeables para seguir un camino u otro.
En este camino de 1000 días, la incorporación de nutrientes no solo es fundamental sino también determinante. La calidad de los alimentos que ingieren en esta etapa dejará huellas que predisponen, o no, la aparición de Enfermedades Crónicas no Transmisibles en su vida adulta (Hipertensión arterial, Diabetes, Cáncer, Alergias). Es decir, aparte de los factores genéticos y la calidad de vida adulta, durante este periodo podemos intervenir como adultos cuidadores para mejorar su salud futura.
Por supuesto que no solo de nutrientes se trata. El período comprendido durante los primeros 1000 días de vida representa un “abanico de posibilidades” en el que las vivencias emocionales gratificantes, un entorno de crianza favorable, la prevención a exposiciones tóxicas ambientales y a estrés crónico, constituyen pilares fundamentales para mejorar la calidad de vida de l@s niñ@s y las familias, prevenir las Enfermedades Crónicas no Transmisibles y favorecer el desarrollo pleno.
Tenemos 1000 oportunidades, no las dejemos pasar.
¿Sabían esto? ¿Qué opinan?

“Sin querer queriendo”
Un día (caótico), Balta me dice: “Mamá estás chinche hoy, ¿será que tenés sueño?”. Aparte de enternecerme totalmente su interpretación (ante la cual no recuerdo qué pasó con mi mal humor, creo que se esfumó de repente), no pude dejar de pensar y sorprenderme por cuánto aprenden e incorporan de nuestro acompañamiento, de nuestra forma de cuidarl@s, de nuestra forma de empatizar con ell@s.
Creo que muchas veces no dimensionamos el alcance que tiene el camino que elegimos para criarl@s. La mayoría de las veces, actuamos pensando en acompañarl@s de manera respetuosa, intentando que se sientan comprendidos y amados, buscamos su felicidad y actuamos en consecuencia. Pero, ¿somos realmente conscientes del alcance que tienen nuestro acompañamiento? Hoy estamos construyendo junto a ell@s, formas de leer la realidad, modos de relación frente a otros y de desenvolverse en la vida que l@s acompañarán siempre.
¿Piensan o pensaron en esto? ¿Vieron reflejadas en sus hij@s actitudes asumidas por ustedes?

“Por si no te diste cuenta, sos la mejor mamá para tu bebé”
(con tus miedos e inseguridades)
La maternidad viene con una gran carga de miedos, dudas y culpa (muuucha culpa). Te proponemos que te abraces, así tal cual sos. La manera que estás encontrando para ser mamá es la que tu bebé necesita.
Mirate con amor, con respeto y paciencia.

¿Qué pasa con la alimentación de nuestr@s peques a partir del primer año?
¿Qué pasa con la alimentación de nuestr@s peques a partir del primer año?
El inicio de la alimentación es una etapa de descubrimiento de los alimentos. Momento en el que todos disfrutamos a la par, sentad@s alrededor de la mesa.
Al llegar el primer año, el panorama cambia: no logramos que se mantengan en sus sillitas más de 5 minutos. Con suerte muestran interés por lo que les presentamos en el plato y ni hablar de comer más de 2 o 3 bocados. Se mantienen firmes en su decisión de bajarse (con fuertes “berrinches”), desean jugar en el piso, explorar otros espacios y el resto de la familia en la mesa sin saber qué hacer. ¿Seguimos comiendo, mientras él o ella explora el mundo? ¿L@ perseguimos con el tenedor para que coman?
Al cumplir el primer año, nuestr@s peques atraviesan hitos madurativos significativos en su desarrollo: se movilizan con mayor autonomía, abren, cierran y buscan cosas. Afinan su motricidad, desarrollan la coordinación ojo- mano - boca. El plano emocional y comunicacional también dan muestra de ello: comienzan a expresar más firmemente sus deseos y preferencias, a manifestar sus frustraciones y resistencias.
Estos hitos del crecimiento impactan en toda la vida del/a niñ@, inclusive al momento de alimentarse. Comienzan a rechazar lo que les ofrecemos, les interesa más desplazarse, explorar el mundo que l@s rodea, con aquella “independencia” que están adquiriendo.
Resulta sumamente importante que ante estas manifestaciones manejemos nuestra frustración e intentemos encontrar estrategias de acompañamiento acordes a sus necesidades. A no perder la calma e intentar ofrecerle “cualquier cosa con tal que coma”. Sigamos confiando en su autorregulación. Nosotr@s somos los responsables de seguir ofreciendo alimentos saludables, ell@s siguen siendo responsables de decidir qué y cuánto comer.

Coronavirus: ¿Cómo acompañar a l@s niñ@s cuando se contagian?
Coronavirus: ¿Cómo acompañar a l@s niñ@s cuando se contagian?
Pasamos un año entero transmitiendo a nuestr@s peques la importancia de tomar todas las medidas para evitar “que el bichito entre”. Los medios, las escuelas, las familias, tod@s hablan del CORONAVIRUS y todo lo que implica este virus.
¿Cómo explicarles a nuestr@s peques que nos hemos contagiado? ¿Cómo explicarles que el virus está en casa? ¿Cómo acompañarl@s? Al comienzo nos invadían las preocupaciones, los miedos, la angustia e incertidumbre de cómo se desencadenaría todo (doy Gracias que todo salió bien).
En medio de tanto caos mental, nos resultó difícil encontrar un modo de transmitirles lo que estaba pasando sin cargarl@s de angustia y miedos.
Les compartimos algunos tips que intentamos poner en práctica:
- Ser lo más concretos posibles para explicarles la presencia del “bichito” en casa.
- Contarles que nos íbamos a quedar en casa (el calendario para Balta fue útil) para estar cuidados y no contagiar a los demás.
- Aclararles que su Doctor nos llamaba para saber cómo estaban y nos iba indicando qué hacer.
- Tranquilizarl@s, contándoles que su mamá y su papá los estaban cuidando.
Nuestr@s peques nos demostraron que más allá de encontrar qué decirles era importante escucharl@s: cada un@ desde sus posibilidades (Balta 4 años y Manu 2) expresó sus dudas, temores e inquietudes. A partir de ahí, el desafío consistió en poner el cuerpo día a día, atent@s a las manifestaciones que podían surgir, conteniendo amorosamente ante todo.
Tenemos que encontrar las herramientas y estrategias para acompañar empática y amorosamente a l@s niñ@s que les toca transitar el Coronavirus. Encontremos medios que nos permitan hacerles sentir a nuestr@s niñ@s que el cuidado es mutuo, que el acompañamiento persiste a pesar de la distancia.
¿Les tocó vivirlo desde adentro? ¿Qué herramientas o caminos encontraron para acompañar a sus peques?

No para ni un segundo
“No para ni un segundo”
Las rutinas demasiado cargadas de actividades, excesivas responsabilidades y obligaciones que cumplir día a día, preocupaciones que permanecen en nuestras cabezas, listas de pendientes interminables, y muchas cosas más, nos llevan a percibir el movimiento, alegría y curiosidad de l@s niñ@s como algo que necesitamos “calmar”.
“Es demasiado inquiet@”, “no para ni un segundo”, “no se queda quiet@”, “todo quiere tocar”. Algunas veces podremos decir esto desde la preocupación por su bienestar, pero otras veces, esto responde más a nuestras necesidades que a la de ell@s.
Como adult@s y cuidadores tenemos el gran desafío de conocer las actitudes de nuestros niñ@s para poder ayudarl@s (a partir de su curiosidad natural) a conocerse y conocer el mundo.

“Nada es para siempre”
“Nada es para siempre”
Existe, en muchas familias, el temor del “colecho infinito”. Familias que disfrutan de dormir con sus hij@s se enfrentan al fantasma o dicho social: “no l@s vas a sacar más”, “l@s están mal acostumbrando”, “¿y la intimidad de la pareja?.
Ahora bien, nada es para siempre, nuestr@s peques y nosotros como madres y padres sentimos HOY la necesidad y el deseo de compartir ese espacio, ese momento. Más adelante serán prioritarias otras necesidades y otros deseos. ¿Por qué privarnos de aquello que sentimos que HOY nos hace bien?
Si el colecho es una decisión de la pareja, un acuerdo familiar, no tiene por qué ser insalubre. La intimidad de la pareja es una construcción, podemos crear espacios y momentos: colechar no es sinónimo de ausencia de intimidad.
Para responder al “¿colecho sí o no?”, resulta sumamente importante poder registrar nuestras necesidades y las de nuestr@s peques y actuar en consecuencia.
¿Qué experiencias tienen frente al colecho? ¿Sintieron la mirada externa frente a esta práctica?

“Una vez más, gracias”
“Una vez más, gracias”
Una noche (de muchas), me sentí desbordada, extremadamente cansada, con la sensación de no tener un segundo para hacer todo lo que tenía que hacer (lista interminable de “pendientes”). Mis peques habían estado muuuy demandantes: pedidos de upa todo el tiempo, “berrinches” intensos, llamándome permanentemente para jugar, para mostrarme algo o simplemente para que este con ell@s.
Esa noche (previo desahogo por sentirme tan cansada) comencé a preguntarme el por qué de taaaanta demanda. Más allá de lograr descifrar lo que había detrás de esa demanda, me puse a reflexionar sobre el modo que tienen para hacerme saber que me necesitan y les agradecí infinitamente algunos aprendizajes más que pude construir, no solo como mamá, sino como ser humano:
- No nos tenemos que “conformar” con lo que nos dan si lo sentimos insuficiente.
- Expresar nuestras emociones, lo que sentimos, sin barreras o imposibilidades aparentes: a veces la palabra no es el único camino.
- Valorar lo que realmente es importante: el tiempo compartido con las personas que queremos (aunque a veces creamos que “no tenemos tiempo”).
- Descubrir y disfrutar la belleza de lo sencillo, de las pequeñas cosas: el ruido de la lluvia, el camino que recorre una hormiga, lo emocionante que puede ser hacer volar un avión de papel.
Una vez más, a mis hij@s, gracias por enseñarme a parar (o bajar un cambio), aprender y crecer como persona. Gracias por enseñarme que hay “pendientes” que pueden esperar y “momentos” que una vez que el tiempo pasa son irrecuperables.
¿Cómo se expresan sus peques? ¿Cómo ven esas manifestaciones?

BLW - Miedo al atragantamiento
BLW - Miedo al atragantamiento
En las mamás que deciden hacer BLW, es muy común que aparezca este temor: ¿y si se ahoga?. El inicio a la alimentación complementaria implica pasar de una alimentación líquida (leche materna o fórmula) a sólida, y esto implica un montón de cosas! Es entendible que entre otras emociones, el miedo esté presente.
Les compartimos algunos puntos a tener en cuenta que nos pueden garantizar mayor seguridad y confianza al momento de iniciar con el BLW :
-Deben estar presentes algunos aspectos del desarrollo que nos indicarán que están list@s para comenzar con la alimentación complementaria: Puede mantenerse sentad@, llevarse alimentos a la boca, eliminaron el reflejo de extrusión (reflejo que lleva a expulsar con la lengua todo lo que ingresa a la boca), comienzan a mostrar interés por los alimentos.
-La presentación de los alimentos debe adecuarse al desarrollo y pautas madurativas de cada niñ@. Para ello debemos observarl@s y proponer en consecuencia, cada niñ@ tiene tiempos únicos.
-Al iniciar, la consistencia de los alimentos debe ser “blanda”. Los alimentos tienen que poder “aplastarse” al presionarla con nuestros dedos.
-Existen ciertos alimentos que requieren especial atención en su presentación durante los primeros meses: evitar frutos secos en su presentación original (hasta los 3 años), cítricos sin piel, manzana cocida, carnes bien cocidas cortadas transversalmente, legumbres presentarlas en versión “pastitas”.
-Aprender la “maniobra de Heimlich” es de vital importancia para el acompañamiento de nuestr@s peques en su crecimiento, no solo por los posibles riesgos de atragantamiento con alimentos sino por la incorporación de otros elementos que puedan generar obstrucción de la vida aérea.
-Existen investigaciones (“Estudio Bliss”) que demuestran que el BLW no es más riesgoso para la asfixia que otro modo de alimentación.
Es sumamente importante poder contar con la información necesaria al momento de elegir e iniciar el BLW. El acceso a información confiable nos posibilitará contar con la seguridad, comodidad y tranquilidad que necesitamos como cuidadores y que necesita nuestr@ peque para sentirse acompañado.
¿Están pensando en comenzar con el BLW? ¿Tienen experiencia con este modo de alimentación?

Empezaron las clases
Con diferentes protocolos, la mayoría de las instituciones educativas abrieron sus puertas. Este paso significó para much@s algo alentador: “vamos a retomar nuestra rutina”, “nuestr@s peques volverán a tener contacto con niñ@s de su edad”, “ya no se aburrirán en casa”, etc.
Este momento, que hoy vivimos como una oportunidad que valoramos (porque sabemos lo que significó no tenerla), nos llevó a querer aprovechar cada uno de los espacios y oportunidades de las cuales nuestr@s hij@s podrían disfrutar. Queremos que vivan lo que el año pasado no pudieron vivir.
Ahora bien, no olvidemos que en esta nueva realidad, nuestr@s peques necesitan más que nunca de nuestro acompañamiento, de nuestra contención y empatía. Sigamos priorizando el tiempo de calidad con nuestr@s hij@s, le demos el tiempo que necesitan para conversar sobre lo que experimentó, cómo se sintió, qué le gustó y qué no.
Sigamos disfrutando del tiempo libre, intentemos no planificar cada minuto de la vida de nuestr@s hij@s, sigamos garantizando tiempo para la creatividad y el juego libre.
A veces pensamos que es nuestra responsabilidad “entretener a l@s niñ@s”, pero lo cierto es que l@s niñ@s pueden desarrollar sus propios juegos y darles el tiempo y el espacio es un gran regalo.
¿Cómo están organizando sus tiempos con la vuelta a clases?

¿“Me está manipulando”?
La expresión emocional, sobre todo en las primeras etapas del desarrollo, se realiza generalmente a través del cuerpo, por medio de conductas: golpes, movimientos, llantos, mordidas. Las palabras no suelen ser el medio de expresión durante los primeros años.
Que l@s peques manifiesten que están tristes o enojados a través de su conducta, no l@s convierte en niñ@s manipuladores, ni tampoco implica que algo grave está ocurriendo necesariamente. Simplemente están expresando que algo les pasa, utilizando la vía acorde a su edad: el cuerpo.
Con el paso del tiempo, y en la medida en que como adult@s podamos acompañarl@s, las palabras y el lenguaje podrán sustituir y/o acompañar el acto de gritar, llorar, etc.
¿Cómo acompañan estos momentos? ¿Qué herramientas les resultan útiles para intentar comprender el origen de las expresiones de sus peques?

Miedos en la Crianza
Miedo a que se ahogue, miedo a que se golpee, miedo a que se caiga, miedo a que se queme, miedo a que se enferme,miedo a que le duela, etc, etc,etc.>
Estos temores y muchos más, nos acompañan en el camino de la crianza. La mayoría de los padres y madres los sentimos y convivimos de una u otra manera con ellos.
Ahora bien, la presencia de estos miedos se convierten en un problema cuando interfieren en el mundo de posibilidades de nuestr@s hij@s. Debemos prestar especial atención cuando el miedo nos lleva a limitar sus movimientos para que no se golpee, cuando no les permitimos explorar el mundo porque puede ser peligroso, cuando preferimos que no compartan con otr@s niñ@s para evitar riesgos.
En muchas ocasiones el miedo puede ser un motor importante para alertarnos y prevenir muchas situaciones riesgosas, pero también puede paralizarnos y llevarnos a interferir el crecimiento y desarrollo esperado de nuestr@s hij@s.
Existen muchas herramientas y estrategias a las que podemos acudir para no paralizarnos en el miedo y transmitirles a nuestr@s peques la seguridad que necesitan. Acudamos a ellas, nos informemos, nos preparemos para acompañarl@s, no pretendamos que nuestr@s hij@s se acomoden a nuestros temores e inseguridades.
¿Sienten miedos en la crianza de sus hijos? ¿Cómo los gestionan?

“Soy muy feliz siendo tu mamá”
Una nochecita, de esas en las que restan sólo rutinas por hacer, estaba sentada en el sillón viendo tele con mi hijo Nico. Sin querer, aunque con la intención de transmitirle mi amor, recibí una frase que quedará grabada en mi corazón para siempre. Se las comparto…
- “Nico, soy muy feliz siendo tu mamá” le dije, lo abracé y le di unos besitos en la espalda.
- Nico se dió vuelta, me miró con sus ojos brillosos y profundos, y me dijo “yo soy muy feliz siendo tu hijo mami”.
Nada más que decir, mi corazón está colmado de alegría.
¿Recuerdan momentos de mimos con sus peques?

¿Y si leemos un cuento?
¿Sabían que los momentos de lectura antes de dormir tienen muchos beneficios para nuestr@s peques?
- Genera hábitos saludables y fortalece el vínculo madres/padres - hij@s
- Favorece el desarrollo cerebral de l@s niñ@s
- Propicia su relajación e interviene en el crecimiento e incremento de su memoria
- Mejora la calidad del descanso durante toda la noche, lo que implica una mayor reserva de energía y un mejor estado de ánimo al dia siguiente
- Escuchar la voz de mamá o papá antes de dormir les brinda una seguridad inigualable, los llena de pensamientos mágicos que no tendrán fin en el mundo de los sueños.
¡No perdamos esta oportunidad!
¿Leen cuentos a la hora de dormir? ¿Cómo generan estos momentos?

“Yo solit@”
A partir del año y medio nuestr@s hij@s empiezan a manifestar deseos de hacer las cosas sol@s, sin nuestra ayuda. Esto demuestra un gran paso en su desarrollo, se sienten preparados física y psíquicamente para alcanzar ciertos logros.
Ahora bien, ¿cómo acompañamos esta etapa? Parece obvio pensar que tenemos que darles lugar a ese ejercicio de autonomía, brindarles la libertad suficiente para que puedan probar por sus propios medios todo lo que son capaces de hacer. Y así es, ese debe ser nuestro rol como adult@s cuidador@s: acompañar y respetar sus tiempos.
Sin embargo, muchas veces esta tarea que parece tan sencilla y positiva puede resultarnos difícil de acompañar en algunas oportunidades. Así es, a tod@s nos pasa, el cansancio o el apuro nos lleva a proponerles que “otro día lo pueden intentar”, o terminamos concretando nosotr@s las acciones que ell@s quieren “hacer solit@s”. Nos puede pasar, pero es muy importante que nuestr@s hij@s comprendan el motivo de por qué no pueden seguir intentándolo sol@s.
De igual manera, con aquellas situaciones que pueden resultar riesgosas, nuestr@s peques deben comprender por qué no pueden “hacerlo solit@”, y es necesaria la presencia e intervención adulta.
Es importante acompañar su deseo natural de “querer hacer”. Veremos como fallan, como lo consiguen, como se frustran, como piden ayuda: todo es parte del aprendizaje y del crecimiento del niñ@.
¿Cómo acompañan esta etapa? ¿Encuentran dificultades? ¿Cómo las superan?

Crianza respetuosa ¿y los resultados?
Crianza respetuosa ¿y los resultados?
Elegimos criar a nuestr@s hij@s desde la crianza respetuosa. Emprendemos este camino convencidos de que es lo mejor para ell@s y la familia. Pero, ¿qué sucede cuando nos encontramos con situaciones “críticas”? “Hace berrinches incontrolables”, “no lo/la podemos sacar de la cama”, “no quiere comer lo que le ofrecemos”, “pretende que hagamos sólo lo que él/ella quiere”, “no me deja hacer nada, quiere estar conmigo todo el tiempo”.
Allí comenzamos a preguntarnos si estamos haciendo las cosas bien. Esperamos “los resultados” de la crianza respetuosa: hij@s independientes, segur@s, libres, alegres, sociables. ¿Qué nos sucede cuando no encontramos estos resultados? ¿Qué expectativas generamos en torno a la crianza de nuestr@s hij@s? ¿Cuál es nuestra construcción sobre su crecimiento?
Nuestr@s hij@s no son máquinas ni fórmulas matemáticas, son personas a las que les pasan cosas y necesitan expresarlas. No todo lo que les pasa es agradable por más dedicación, amor y respeto que les transmitamos como madres y padres. Hay desacuerdos, hay tristezas y malestares. Hay desilusiones y enojos. Esto también es crianza respetuosa.
El desafío consiste en reconocer y aceptar estas emociones, empatizar con ell@s y buscar herramientas para acompañarl@s. No nos frustremos nosotr@s l@s adult@s, revisemos nuestras expectativas.
¿Cómo llevan las situaciones críticas con sus peques? ¿Qué herramientas encuentran para acompañarl@s?

“Come lo que quiere y cuando quiere”
“Come lo que quiere y cuando quiere”
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¡Qué buena noticia! Si un/a niñ@ puede elegir libremente qué y cuándo comer está transitando un camino de mucho aprendizaje y crecimiento. Está reconociendo su cuerpo, sus necesidades (hambre y saciedad); está descubriendo cómo satisfacerlas, gestionando y coordinando los medios necesarios. Aprendizajes que l@ acompañarán a lo largo de toda su vida.
Ahora bien, esto no quiere decir que nosotr@ l@s adult@s no tengamos nada que hacer. Por el contrario, nuestra intervención es clave. ¿De qué manera? Ofreciendo y poniendo a su alcance alimentos saludables y nutritivos, adaptados a su edad y desarrollo. Al mismo tiempo, somos responsables de garantizar la seguridad necesaria para que dicha ingesta no represente ningún riesgo (adaptar el tamaño y consistencia de los alimentos según el desarrollo de cada peque). También forma parte de nuestra intervención propiciar un ambiente agradable, un clima donde una comunicación armónica y fluida sea posible.
¿Cómo acompañan la alimentación de sus hij@s?

Criar en pareja
¿Cuántas veces entramos en contradicción con nuestra pareja al momento de educar y criar a nuestr@s hij@s? ¿Cómo manejamos esta contradicción? ¿Cuales son nuestras expectativas en relación al acompañamiento compartido en la crianza de nuestr@s peques? ¿Cuál es nuestra realidad en torno a ese camino compartido?
En muchas ocasiones, acudimos a la búsqueda de información sobre cómo acompañar a nuestr@s hij@s y queremos que la persona que está a la par nuestra también la incorpore, queremos que lea lo mismo, que escuche lo mismo para poder aunar criterios sobre el qué y el cómo de la crianza respetuosa con nuestr@s hij@s.
Nos frustramos cuando su forma de intervenir en la crianza no es como deseamos, esperamos o imaginamos. Muchas veces nos enojamos y paradójicamente actuamos en contra de lo que propone aquella crianza respetuosa y amorosa que nosotras anhelamos. Terminamos discutiendo, muchas veces faltando el respeto y alejándonos de expresiones amorosas.
Es necesario que l@s ayudemos con el ejemplo. Si gestionamos los conflictos de manera amorosa, si actuamos y hablamos como nos gustaría que nuestr@ compañer@ lo hiciera, vamos a lograr el cambio que estamos buscando.
A pesar de que todos nacemos necesitando lo mismo, no recibimos lo mismo, por ende no estamos en el mismo lugar. Solo con amor y respeto podemos ayudar a otra persona a ser más amorosa y respetuosa. Con quejas, reclamos y críticas destructivas nunca ayudaremos a una persona a ser mejor.
¿Cómo gestionan los desacuerdos sobre la crianza con su pareja?

“Nunca imaginé”
Antes de convertirme en mamá, escuchaba comentarios que otras madres y padres hacían con respecto a ver felices a sus hij@s, siempre me pareció algo muy lindo y que seguramente generaba una sensación hermosa en ell@s como adult@s cuidadores.
Nunca imaginé que esa sensación fuera tan fuerte, tan profunda, tan inexplicable. Ver a mis hij@s felices, reír a carcajadas, disfrutar de juegos o momentos, genera en mí una felicidad tan pero tan grande que siento que todo lo vale, que los problemas de la vida se esfuman, que su felicidad es mi felicidad, mi mejor regalo.
Las palabras no pueden representar las emociones y sensaciones que generan esas vivencias, solo puedo desear y desearles que la vida nos siga dando la oportunidad de disfrutar de la felicidad de nuestr@s hij@s.
¿Cómo viven ustedes estos momentos?

La agotadora carga mental
¿Pusiste la pastilla para los mosquitos? ¿Les lavaste los dientes? Hoy toca bañarl@s. Tenemos que ir al super, ya no hay leche. Este mes le tocan las vacunas. ¿Podes sacar turno al médico para el control? ¿Cerraste la puerta con llave? Tenemos que pagar la cuota del jardín. Porfa que no vean tanta tele hoy, ya vieron mucho. ¿Le cambiaste el pañal? ¿Le diste el remedio que le tocaba a las 4? Ya nos quedamos sin pañales. No le demos tantas galletitas de paquete.
La carga mental que experimentamos la mayoría de las mujeres tiene que ver con la organización, planificación y ejecución de las tareas de cuidado y del hogar. En muchas ocasiones, las parejas también son responsables de esas tareas. Pero… parece que necesitan indicaciones o recordatorios. Eso genera un agotamiento mental incalculable en las mujeres.
La organización de todas esas tareas recae sobre las espaldas de la mujer, aunque la ejecución y la responsabilidad sea compartida. Las mujeres sentimos listas interminables de pendientes en nuestra cabeza; tenemos la agenda repleta de anotaciones; nos pasamos el día pensando en todo lo que tenemos que resolver…
¡Esta carga puede ser compartida! ¿Les pasa? ¿Cómo se les ocurre que podemos dividir este esfuerzo mental que hacemos día a día?

“Culpable o Inocente”
¿Cómo intervenimos cuando nuestr@s hij@s se pelean? ¿Cómo mediamos los conflictos entre l@s herman@s?
Muchas veces, sin darnos cuenta, asumimos el lugar de “jueces”. Frente a las peleas entre nuestr@s hij@s sentimos que tenemos que resolver el conflicto con el veredicto de quién es el o la que actuó mal y quién es víctima de la situación. Este modo puede resultar contraproducente porque acentuamos la idea de competencia y rivalidad entre ell@s por ver quien “gana nuestra mirada y nuestro amor”. Al mismo tiempo, corremos el riesgo de asignar etiquetas o lugares prefijados en cuanto a “quién es el/la mal@” y “quien es el/la buen@” en la relación, condicionando así acciones futuras.
Es importante tener en cuenta que ante estas situaciones nuestr@s hij@s no necesitan adult@s que sancionen, que rotulen o juzguen. Necesitan adult@s que acompañen, que empaticen con sus emociones, que comprendan la situación, validando ambas realidades.
¿Cómo gestionan l@s conflictos entre herman@s?

La escolaridad de nuestr@s peques...
La escolaridad de nuestr@s peques... ¿Cómo elegir? Parte 1
El momento de elegir el lugar en el cual nuestr@s peques iniciarán su proceso de escolarización es una decisión que moviliza muchas emociones y pensamientos en las familias.
¿Cuales son los aspectos que tengo que tener en cuenta al momento de realizar la elección?
✔ Público, Privado o Subvencionados: aparte de elegir entre estas opciones como modelos de enseñanza, el alcance económico de cada familia no es un dato menor. ¿Cuánto dinero estamos dispuestos o nos encontramos en condiciones de invertir en la escolarización de nuestr@s hij@s?
✔ Proyecto educativo: ¿cuál es la modalidad principal de enseñanza? ¿Se respetan los ritmos de aprendizaje de cada niñ@? ¿Con cuántos niñ@s se trabaja en las aulas? ¿Cómo es la distribución? ¿Cómo es la modalidad de las evaluaciones? Es importante indagar si se sigue la misma línea del Jardín a la Primaria.
✔ Religioso o Laico
✔ Valores: ¿son compatibles con los que nos proponemos nosotr@s para acompañar a nuestr@s hij@s?
✔ Idiomas: ¿queremos que nuestr@s hij@s incorporen nuevos idiomas? ¿Con qué modalidad y carga horaria cuentan para este aprendizaje?
✔ Equipo docente: ¿por quiénes está conformado? ¿Cuántos docentes compartirán las aulas con l@s peques? ¿Quiénes son los responsables de acompañarl@s en los momentos de recreación libre? ¿Con quiénes se contactarán desde que ingresan a la Institución hasta que salen?
Si bien cada familia elegirá priorizar uno u otro aspecto al momento de elegir, es importante poder acceder a la mayor información posible para poder tener una mirada integral de la institución y así evaluar la compatibilidad con las características y necesidades de nuestr@s hij@s.
¿Ya eligieron Jardin/ Escuela/ Colegio? ¿Qué aspectos tuvieron en cuenta para la elección? (Atentas que viene la parte 2 de esta nota!!!)

La escolaridad de nuestr@s peques, ¿Cómo elegir?
Parte 2
Seguimos compartiendo algunos puntos a tener en cuenta al momento de elegir la institución en la cual nuestr@ peque iniciará su proceso de escolarización:
✔ Participación de las familias: ¿cuál es el medio de comunicación con la familia? ¿Qué implicación se espera de mamá/papá? ¿Hay propuestas que impliquen a las familias? ¿Cuál es la modalidad y frecuencia de las mismas?
✔¿Cómo es el abordaje de la individualidad de cada niñ@?: ¿Hay periodo de adaptación? ¿Cómo se maneja el mismo? ¿Cómo se procede en caso de que el/la niñ@ use pañales o requiera compañía para ir al baño? ¿Cómo se procede en caso de necesidades educativas especiales?
✔ Desayunos, Meriendas, Almuerzos: ¿Cómo se organizan? ¿Qué tipos de alimentos se ofrecen?
✔¿Con qué áreas “especiales” cuentan?
✔ Instalaciones: ¿Se encuentran en buen estado? ¿Están cuidadas y limpias? ¿Cómo son los espacios comunes? ¿Son seguras?
¿Muchas cosas no? Cada familia decidirá priorizar uno u otro aspecto, lo importante es acompañar a nuestr@s peques y observar si la institución educativa responde a lo que cada familia necesita. Su alegría y entusiasmo estarán a la luz del día si esto es así. Caso contrario, habrá que continuar la búsqueda y re considerar opciones para que nuestr@ hij@ pueda seguir creciendo feliz.

Diferencias entre herman@s
Cuando somos mamás de dos o de más, podemos percibir incluso desde el momento del nacimiento, las diferentes experiencias entre un@ y otr@ hij@. Resulta evidente que cada un@ de nuestr@s peques va desarrollando sus particularidades, sus características, modos de afrontar los conflictos, de manifestar sus emociones. Cada un@ va construyendo su camino, atravesando cada etapa en tiempos y ritmos individuales.
Un riesgo importante en el que nos encontramos l@s adult@s que acompañamos el crecimiento de nuestr@s hij@s es el modo en que gestionamos y manejamos estas particularidades. ¿Cómo hacer para no “encasillar” a nuestros peques según “ventajas y desventajas”, “mejores y peores”? ¿Cómo abordar y acompañar a cada un@ con sus diferencias sin caer en comparaciones que pongan a un@ o el/la otr@ en un lugar de desventaja o desvalorización? ¿Cómo tratar de responder a lo que cada un@ necesita atendiendo sus particularidades, sin mencionar los modos o características del herman@?
“Mirá cómo hace tu herman@”; “mirá cómo tu herman@ lo hace sin protestar”; “cuando tu herman@ tenía tu edad ya podía hacerlo solito…” ¡Y cuántas cosas más se nos escapan a diario!
Es indudable que cada un@ tiene sus propias cualidades y modos de hacer, lo importante es que esas “diferencias” no generen malestar o sentimiento de frustración o imposibilidad en el/la herman@, esto podría impactar negativamente en su autoestima y en la relación entre ell@s.
Debemos estar atent@s a estas reacciones e intentar escuchar y comprender a cada hij@ desde su particularidad. No sacar conclusiones precipitadas sobre sus virtudes o defectos ni mucho menos compararlos entre ell@s. No esperar que amb@s transiten los mismos procesos de la misma manera.
¿Les pasa? ¿Cómo manejan las diferencias entre herman@s? ¿Nos cuentan?

Así l@ vas a malcriar
“Así l@ vas a malcriar”
Hace 4 años que vengo escuchando esta frase y cada vez que me la dicen, automáticamente me surge la pregunta ¿y que tendría que hacer para bien-criar”?
Si malcriar es tenerl@ mucho tiempo en upa, responder rápidamente a su llanto, dejarl@ que duerma conmigo, avisarle cada vez que me voy, dejar que deje de comer cuando lo desea (y podría seguir un poco más), ¿bien-criar sería no alzarl@ demasiado? ¿dejarl@ llorar para que aprenda? ¿que duerma sol@ aunque sienta miedo o soledad? ¿desaparecer de su vista de repente sin entender qué pasó con su mamá?, ¿obligarl@ a comer aunque no quiera más?
En fin, creo que no hay buenas ni malas crianzas. Podemos hablar de crianzas amorosas, respetuosas, empáticas. Crianzas que se construyen y re-construyen respondiendo a las necesidades y particularidades de cada niñ@ y cada familia.
¿Les dijeron alguna vez esta frase? ¿Qué pensamiento se les cruzó en ese momento? ¿Nos cuentan?

El más y el menos
“El más y el menos”
¿Cómo manejar las comparaciones entre nuestr@s hij@s cuando vienen del entorno?
“El más grande come mucho mejor ¿no?”. “La más chica es más sociable que la más grande”. “La más grande aprendió a caminar más rápido”. “El hermano tiene más facilidad para aprender” (y podríamos seguir escribiendo un día entero..)
En lo posible, tenemos que intentar que nuestr@s hij@s no escuchen estas categorizaciones o comparaciones, y si esto es inevitable, transformarlas en valoraciones positivas y equitativas (correrse de la comparación): “el más grande es tremendo, el menor es tranquilito”: a lo que podemos comentar algo que achique esa distancia y expresar que cada uno tiene su forma de explorar el mundo, en diferentes tiempos y ritmos.
Es importante poder traducir en palabras sencillas lo que comprendemos acerca de ell@s, sin caer en la “polaridad”.
¿Escuchan comparaciones entre sus hij@s? ¿Cómo las manejan? ¿Nos cuentan?

El berrinche adulto
Llamamos “berrinches” a las manifestaciones (para nosotras, excesivas) que realizan nuestros peques ante determinadas sensaciones de malestar o situaciones sentidas como frustrantes. Muchas veces, la presencia de un berrinche refleja angustias acumuladas, tristezas, enojos o mensajes no comprendidos. Todas expresiones de un profundo malestar sentido por ell@s, no pudiendo encontrar otra vía de expresión.
¿Qué nos pasa a l@s adult@s frente a esas manifestaciones? ¿Cómo los acompañamos? Muchas veces nos sentimos frustradas porque no podemos comprender lo que hay detrás de ese enojo o malestar. Nos parece que sus manifestaciones son exageradas o esperamos que se terminen en el momento que a nosotras nos parece que tiene que terminar. ¡Hasta pretendemos elegir el lugar indicado para que esas manifestaciones ocurran!
Entonces, ¿de quién es el berrinche? ¿Por qué nos cuesta tanto acompañar estas manifestaciones de manera genuina? ¿Cuáles son nuestras expectativas con respecto a la expresión de sus emociones?
Nuestr@s hij@s no necesitan berrinches paralelos, necesitan adult@s que acompañen conteniendo, de manera empática, respetuosa y amorosa. Recordemos que los berrinches son “normales”, esperables y propias de la etapa evolutiva!!!

“Conectá con vos misma”
Desde que nacen nuestr@s peques pasan a ser nuestra prioridad y la mayor parte de nuestro tiempo está destinado a garantizar que no les falta nada y que reciban todo el amor que necesitan.
Sin embargo, eso no debería implicar una renuncia total a poder mirarnos como mujeres, conectarnos con nuestras necesidades, emociones, deseos.
Aunque muchas veces le restemos importancia o simplemente lo vemos imposible, es necesario y muy importante poder contar un momento para nosotras mismas.
Obvio que tenemos que ser realistas y saber que a veces resulta súper difícil (aún más si somos mamá de dos o más), pero se puede.
Probemos comenzar con unos minutos al día, busquemos darle un sentido especial a ese momento, que tengan la intención que buscamos, hagamos consciente ese encuentro con nosotras mismas.
¿Tenés oportunidad de disponer de un tiempo para vos? ¿Qué haces para encontrarte con vos misma?

“Te creo”
Los llantos, enojos, protestas, tristezas de nuestr@s hij@s siempre son y serán válidas. Sepamos o no el motivo, estemos de acuerdo o no.
Desde la mirada adulta podemos pensar que eso no es importante o que sus reacciones son desproporcionadas. Ese es nuestro juicio (es una mirada adultocéntrica). SI, en cambio, intentamos centrarnos en poner toda nuestra atención en el niñ@, la mirada es distinta. Si a nuestr@ hij@ le importa, entonces sí es importante para mi.
Si nuestr@s hij@s se sienten acompañad@s, querid@s, aceptad@s y respetad@s, vamos a conseguir que se sientan segur@s. Sin seguridad, sin autoestima, sin aceptación, ningún niñ@ puede ser feliz. Es fundamental que nuestr@s peques puedan sentirse queridos y aceptados, sientan lo que sientan y expresen lo que expresan.
¿Cómo acompañan las emociones de sus hij@s?

“Para ser independiente, primero hay que ser dependiente”
“Es muy mamer@”, “dejal@ un ratito sol@ para que aprenda”. ¿Las escucharon o se las dijeron alguna vez? Frases como estas suelen aparecer cuando se observa que nuestr@s peques son sumamente dependientes de nosotr@s, sus cuidadores. Se angustian cuando no nos ven, piden upa la mayor parte del tiempo, lloran si otra persona intenta alzarl@s. .
Muchas veces estas reacciones pueden resultar muy cansadoras, pero tranquil@s, se trata de una etapa pasajera. Estas expresiones de nuestr@s peques forman parte de un proceso saludable, esperable (hasta los 5/6 años aprox.), nos están indicando que nuestr@ bebé está desarrollando un vínculo de apego seguro, es lo deseable para un crecimiento sano y feliz. Si nuestr@ hij@ se siente querid@, respetad@ y encuentra respuesta a su demanda, comienza a afianzar su sentimiento de seguridad y confianza que luego le permitirá desarrollarse independientemente en la vida.
Nos necesitan a su lado, somos las personas en las que más confían, necesitan que respondamos a su demanda de una manera amorosa para poder afrontar futuros aprendizajes desde la confianza y no desde el miedo. Solo desde la dependencia, imitando, sintiendo, podrán construir su independencia.
¿Les pasa? ¿Cómo llevan esta etapa de la vida de sus peques?

Caprichos, berrinches.... ¿Qué hacemos?
¿Qué hacer cuando ante la presencia de un berrinche empezamos a sentir que nada de lo que hacemos resulta efectivo?
Tratamos de hablarlos, los retamos, intentamos negociar, los abrazamos… aún así nada resulta. Empezamos a angustiarnos y pensamos que lo que está a nuestro alcance no es suficiente. ¿Cómo nos sentimos en ese momento? ¿Registramos nuestras emociones? ¿Cuáles son los pensamientos que tenemos en ese momento?
Lo más probable es que nada positivo circule por nuestra cabeza. La angustia, la bronca, el enojo y muchas veces la culpa predominan entre nuestras emociones. Nos sentimos desbordados. ¿Qué les transmitimos entonces? El adulto al cual confían sus emociones, al cual intentan dirigirse en búsqueda de ayuda y comprensión no está en condiciones de contenerlo (aunque intentemos demostrar lo contrario).
Muchas veces, el camino inicia con el reconocimiento de nuestro propio límite y desborde ante esa situación, lo cual nos imposibilita poder calmarlo, contenerlo, poner el cuerpo y transmitirle la empatía que está necesitando.
Cuando la situación nos supere, intentemos reconocernos, pidamos ayuda o intervención a otro adulto contenedor.
Nos cuesta mirarnos, con el afán de acompañarlos y ponerle fin a aquello que los inquieta sòlo los miramos a ellos, generando aún más tensión. Resulta efectivo muchas veces, tomar distancia, recomponernos y regresar para poder contenerl@ como realmente necesita. Nosotras también tenemos límites, necesitamos reconocerlos.
¿Cómo reaccionas ante un berrinche? ¿Reconoces y das lugar a tus emociones?

La cuarentena, un mundo de posibilidades.
Hace aproximadamente un mes recibimos una noticia que nos impactó mucho, nos desorganizó, nos asustó. Nadie podía salir de su casa. ¿Cómo sería? ¿Cómo haríamos con todas las actividades? ¿El trabajo? ¿Las compras? ¿La escuela? ¿El jardín? ¿Nuestros afectos?, y un millón de interrogantes más se abrieron en nuestras mentes.
Hoy, si bien el miedo y la incertidumbre no desaparecen, nos dimos cuenta que como familias pudimos “encontrarle la vuelta”, pudimos lograr aquello que pensábamos imposible. Seguro que no sin dificultades, pero pudimos ir “inventando el dia a dia”.
Es indiscutible que estamos atravesando un momento difícil, que nos atraviesa a todos como seres humanos, pero dentro del caos, es increíble poder descubrir que la cuarentena posibilitó encuentros y momentos cargados de magia, de amor, de conexión emocional y de crecimiento.
El uso del tiempo tuvo un giro de 180 grados. Lo que antes necesitaba de mucha cabeza nuestra para poder “dedicarle el tiempo y encontrar un momento”, hoy cuenta con dedicación exclusiva, con tiempo suficiente para dedicarle: juegos que no tienen prisa, recetas creadas y recreadas, sobremesas extendidas, acompañamiento en las tareas escolares sin apuros, cuentos que pueden exagerar en detalles.
L@s invitamos a abrazar con fuerza el hoy, a levantarnos con intenciones de seguir cargando nuestros días de amor, a pesar de lo difícil que está haciendo el “afuera”. Que este desafío que nos puso la vida nos lleve a crecer como personas, familias y como sociedad.
¿Cómo están viviendo la cuarentena? ¿Qué momentos encontraron como oportunidad?

“ Covid-19… ¿Qué pasa con la socialización de nuestr@s hij@s?”
Venimos atravesando una situación nunca antes vivida. La pandemia por Covid-19 nos llevó a un cambio radical en nuestro modo de vida y, especialmente, en la forma de relacionarnos con los demás. Desde marzo, nos acompañan una serie de mensajes que actualmente se convirtieron en norma: “quédate en casa”, “mantené distanciamiento social”, “usá barbijo”.
Esta “nueva normalidad” generó muchos cambios en la cotidianidad de las familias: chau jardín, menos juntadas con amiguit@s y familiares, pocas salidas al aire libre... ¿Qué sucede con l@s peques que están en la etapa del desarrollo en la cual necesitan del proceso de socialización como fuente de juego y aprendizaje? ¿Qué podemos hacer como mamás y papás para compensar esta situación?
Es importante decir que los efectos del aislamiento no repercuten en tod@s de la misma manera, cada un@ lo atravesará de acuerdo a sus recursos y posibilidades personales y del entorno, y de acuerdo al acompañamiento de sus cuidadores.
Es importante que podamos ayudarlos a registrar cómo se sienten (el dibujo o el juego son buenas herramientas), validar sus emociones, empatizar con lo que sienten. Esta situación es difícil para tod@s, aún más para ell@s. Utilicemos los recursos electrónicos como una oportunidad para que se conecten con seres querid@s, amig@s, compañer@s.
Entender que la solución a este déficit de sociabilidad solo llegará cuando todo esto pase y nuestr@s hij@s vuelvan a jugar con sus amig@s. Por lo tanto, calma y paciencia. Pongamos a su disposición momentos de juego, no seremos igual que sus compañerit@s del jardín, pero podemos divertirnos! A nosotr@s, también nos atraviesan sensaciones de frustración, angustia y sentimos que los recursos se nos agotan. No es fácil sostenerl@s si no tenemos red que nos sostenga a quienes cuidamos.
¿Cómo viven este momento con sus hij@s? ¿A qué recursos o estrategias acuden para sobrellevar la situación? ¿Nos cuentan?

“Yo aplico la psicología infantil”
Este post viene con un poco de enojo😡😤. Escuché esta frase en reiteradas oportunidades, pero la última vez ya no pude contener mis ganas de gritar. Como no era un ámbito donde fuera posible expresarme, aquí va mi descargo…
- “Yo ya me cansé, cuando vi que tocó el horno y que podía quemarse sus manitos (niño de 3 años), me enojé y le pegué un reto. Le dije que lo iba a hacer re sonar si lo volvía a ver tocando el horno. Le grité tan fuerte, que nunca más tocó el horno. Apliqué la psicología infantil”.
-“Ah… ¡Yo la aplico todo el tiempo! Mi hijo (5 años) dijo una mala palabra, le pegué un chirlo en la boca y le dije que si lo volvía a escuchar le iba a lavar la boca con lavandina. No puede ser que sea tan atrevido”.
Estas frases me indignan!!! La psicología, como ciencia que es, no avala en ninguna de sus teorías el maltrato a l@s niñ@s, y menos como método de aprendizaje. Las amenazas, los gritos y los golpes son formas de maltrato. L@s niñ@s no aprenden de esa manera, todo lo contrario. Estas formas dejan profundas huellas en su subjetividad. Probablemente, no vuelvan a realizar esa acción por miedo, no porque “aprendieron” ni porque entendieron sus consecuencias.
También me enoja porque cualquier persona, sin haberse graduado como psicóloga, puede “aplicar psicología infantil”. Esto no corresponde. La psicología es una ciencia y podemos “aplicarla” las personas con los conocimientos y habilidades necesarios.
Por favor, desnaturalicemos la violencia como forma de poner límites. Criemos con amor.

Uso de Barbijos en niños y niñas
Te compartimos algunas recomendaciones para que implementes con tus peques a la hora de salir en este tiempo de COVID-19.
Gracias Dr. Santiago Gubernatti por esta info!!!


Un niño que quiere ir todo el rato en brazos
" ni es un malcriado ni se convertirá en un delincuente juvenil" (Carlos Gonzalez)
Simplemente necesitan sentirnos cerca, sentir nuestra contención, nuestro acompañamiento, la seguridad de tenernos.
Como mamás y papás queremos, más que nada en el mundo, la felicidad de nuestr@s hij@s. Muchas veces, esta felicidad se encuentra en pequeños gestos, en detalles, en expresarle lo que sentimos por ell@s y escuchar lo que ell@s tienen para decirnos.
Al responder a sus necesidades, estamos validándolas, les estamos transmitiendo que lo que tienen para decir es verdaderamente importante, y eso es un aprendizaje para todo la vida.
No nos dejemos llevar por lo que nos dicen, seamos sinceros con nuestras emociones, hagamos lo que sentimos.

“¿Qué fue lo más lindo de tu día?”
Les comparto esta historia porque apuesto a que les pueda servir tanto como a mi.
Gracias a un proceso de mucho aprendizaje junto a Juli Faro de Espacio Kunuu comenzamos a hacernos esta pregunta entre los integrantes de la familia: “¿Qué fue lo más lindo de tu día?”. Nos hacemos esta pregunta todas las noches, como un modo de irnos a dormir haciendo foco en lo hermoso, lo divertido, lo que queremos destacar.
Al comienzo, yo se lo preguntaba a tod@s en casa… Una noche, mientras lo hacía dormir a Nico, tuvimos este diálogo:
“¿Qué fue lo más lindo de tu día Mami?”
“Jugar con vos a cocinar”. “¿Y qué fue lo más lindo de tu día?”
“Que merendemos todos juntos”
A partir de esa noche, Nico todas las noches me hace esa pregunta. Creo firmemente que haber promovido esta rutina genera salud mental en mi familia y especialmente en Nico. Fomentar la capacidad de rescatar “lo positivo”, de realizar evaluaciones recuperando lo que nos hizo feliz, es una manera de “mirar el vaso medio lleno” y terminar del día recordando eso. Me pasó que alguna noche estaba cansada, de mal humor, preocupada, y la pregunta de Nico me invitó a conectarme con otra cosa, con lo que me puso contenta ese día.
¿Y ustedes cómo terminan el día? ¿Realizan alguna evaluación del día o algún ritual de agradecimiento?
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Porteo en Cuarentena
En esta etapa de incertidumbres y nuevas rutinas nos surgen muchas dudas ¿Crianza a upa y porteo? Quizás no nos sentimos con total confianza y seguridad o postergamos el porteo por dudas o miedos.
¿Sabes qué es el porteo ergonómico? Es un sistema de transporte que respeta la postura fisiológica del bebé y también la del porteador. Es la forma de cargar a tu bebé, de “hacerlo upa” teniendo las manos libres. Así podrás tenerl@ cerquita de tu corazón; tu bebé puede escucharlo, sentir tu olor y tu voz.
¿Es seguro para mí bebé el porteo? ¿Es correcta la posición que estamos usando? ¿Hace bien portear?
El porteo es seguro, se recomienda a partir de cualquier edad y nunca es tarde (a veces nos desconcierta porque se siente incómodo o produce llanto). Lleva un tiempito de adaptación; pasado éste se logra disfrutar de esta hermosa conexión y protección.
El porteo es cómodo para ambos (bebé y adult@), respetuoso y seguro con el desarrollo global de l@s niñ@s. Es ERGONÓMICO por permitir que el bebé mantenga la columna en forma de "C" (cifosis global C) y las caderas en forma de "M" (favoreciendo a su desarrollo biomecánico). .
Además de los beneficios de crianza a upa existen BENEFICIO BIOMECÁNICOS de porteo ergonómico:
-Respeta la postura fisiológica del recién nacido.
-Favorece el correcto desarrollo de la columna vertebral y la articulación de la cadera.
-La cabeza del fémur está en una posición de máximo contacto con el acetábulo para favorecer la buena formación de las caderas.
-Distribuye mejor las presiones en el cráneo del bebé evitando que quede presionado siempre en el mismo punto.
-Fortalece el sistema cérvico-craneal generando activación cefálica y balance muscular de cuello.
Gracias Lic. Victoria Morales, kinesióloga y mamá de Franco, que escribió esta nota con mucho amor para las mamás en tribu.

Porteo en Cuarentena 2
En el post anterior, la Kinesióloga Victoria Morales nos explicó todos los beneficios del porteo ergonómico, tanto para el bebé como para el porteador. También es importante tener en cuenta algunos datos para cuidar a tu bebé; aquí te los compartimos:
-¿Por qué no portear a tu bebé mirando hacia delante?
-Mantiene la espalda del bebé a una posición anti-natural.
-El peso recae sobre sus genitales y la zona inguinal.
-La posición para su cadera es inadecuada.
-No da soporte a la cabeza.
-Si el/la niñ@ se siente cansado, asustado o nervioso (hiperestimulado) no tiene forma de protegerse.
Lo mejor es PEGADIT@ a vos; OREJA A CORAZÓN.
DATO IMPORTANTE: si vas a empezar a portear, acordate que el mejor momento es cuando tu bebé esté tranquil@, no tenga sueño ni hambre, no esté irritad@ y no tenga pantalón con patitas (tipo ranita)

Nuestras emociones influyen más de lo que nos imaginamos
Muchas veces nos enfocamos en lo que les pasa a nuestr@s hij@s, en el motivo de su malestar, de sus enojos. Ahora bien, dentro de esa búsqueda, ¿se encuentra la pregunta por lo que nos pasa a nosotras?.
Nos cuesta incorporar esa pregunta, pero nuestras emociones influyen mucho más de lo que nos podemos imaginar en nuestr@s hij@s. Ese estado emocional no solo puede ser producto de situaciones actuales o presentes, sino de vivencias pasadas, que quedaron registradas en nuestra mente y se re-actualizan, generando un montón de emociones y sensaciones.
Inclusive, podemos desconocer el origen o no reconocer con facilidad qué despierta determinadas emociones o sensaciones en nuestro rol materno. Al encontrarnos criando, se despiertan un montón de vivencias, recuerdos, palabras oídas en nuestra infancia. Nuestra propia crianza se pone en juego, nos conectamos con el bebé que hemos sido y cómo nos hemos sentido.
Esto puede verse reflejado en la dificultad que encontramos para poder acompañar los berrinches, la negación a comer o simplemente situaciones en las cuales nuestr@s peques requieren de nuestra presencia empática y amorosa y nos cuesta estar disponible de esa manera.
Es allí donde resulta sumamente necesario poder conectarnos con nuestro sentir, reconocer la raíz de lo que nos pasa. Al hacerlo, nuestr@ hij@ no necesitará hacerse cargo de lo que nos pasa, no tendrá que ser el “portavoz” de nuestra emoción.
¿Cómo abordarlas? Resulta sumamente importante poder asumir nuestro sentir, poder conectarnos con nuestro ser y sanar heridas que no hayan sido sanadas. Cada una podrá elegir el camino a transitar, lo importante es poder reconocer esas emociones, hacernos cargo de su presencia e interferencia en nuestro acompañamiento materno.

Los pañales se dejan, no se sacan
A días de cumplir sus 3 años Balta decidió dejar de usar pañales. Con mucha felicidad les comparto este gran logro de mi peque, pero también quiero compartirles el aprendizaje que pudimos realizar como mamá y papá. “Realmente es muy importante respetar sus tiempos, sus ritmos, pasarán etapas cuando se sientan preparados para hacerlo, solo tenemos que estar atentos y acompañarlos con mucho amor en ese camino”.
Les confieso que el verano pasado, utilizando como “excusa” el calor, dejábamos a Balta sin pañales para que pueda “estar más fresco”, y diciéndole que nos avise si quería hacer pis o caca porque estaba sin pañales. Efectivamente, al ser una decisión tomada solo por nosotros, Balta no avisaba.
Siete meses después, comenzó a contarnos cuando hacía pis o caca pero ante la pregunta nuestra de acompañarlo al baño nos respondía que “estaba haciendo tranquilo”, sólo nos quedaba respetar su decisión y no intervenir en su tranquilidad.
Llegó el día en que avisó que quería hacer pis, y quería hacerlo en el baño. Efectivamente, era el día que él sentía como el indicado… Hasta quiso ir al jardín sin pañales!
Les comparto mi felicidad, con errores, aprendizajes y crecimiento como mamá. Una vez más, Balta me enseñó que hay que poder calmar la ansiedad, entender que cada niño tiene sus tiempos y sus ritmos de crecimiento: lo importante no es “cuándo” sino “cómo”. Que nuestro objetivo más importante sea un crecimiento feliz.

La infancia es fugaz
“La infancia es fugaz. Que nuestra obsesión por corregirla no nos impida disfrutarla" (Carlos Gonzalez)
¿Qué sucedería si nos detenemos a mirarnos en nuestra rutina? ¿Disfrutamos de las pequeñas cosas? ¿Disfrutamos junto a nuestros niñ@s como si fuéramos niñ@s realmente? ¿Compartimos sus alegrías, sus enojos, sus tristezas? ¿Nos tomamos el tiempo de ponernos de rodillas para mirarl@s a los ojos, escucharl@s y abrazarl@s de manera tal que sientan nuestra comprensión y acompañamiento?
O nos encontramos poniéndoles límites injustificados, obligándolos a dormir en soledad (cuando a nosotros tampoco nos gusta hacerlo), retandolos porque su llanto es extremo, forzandolos a cumplir con pautas esperadas para su desarrollo, gritandoles para que se apuren porque la hora corre y el tiempo pasa.
Así es, el tiempo pasa y rápido, nos tomemos el tiempo que sea necesario para disfrutarlos, disfrutar de las pequeñas cosas. Que nada ni nadie nos quite la calma para disfrutar realmente de nuestros peques, de lo que son y tienen para dar, de aprender de ellos, a crecer con ellos, a ser felices juntos.

La exposición a las pantallas en tiempos de cuarentena
“La exposición a las pantallas en tiempos de cuarentena”
Suspender repentinamente las actividades que veníamos desarrollando porque la consigna es “quédate en casa” implicó tener que re-construir nuestra rutina, reinventar nuestro día a día.
.En muchas oportunidades, ver dibujitos, pelis o canciones en la tv, tablet o celu, formanparte de nuestra rutina, pero ¿cuál es el límite? ¿Hasta dónde se recomienda que nuestr@s hij@s estén expuestos a pantallas?
.Lo recomendable es que l@s peques no estén expuestos a pantallas, dicha exposición interfiere en su desarrollo.
La Sociedad Argentina de Pediatría desaconseja el uso antes de los 18 meses, lo recomienda con estrecha supervisión de los 18 a los 24 meses y luego supervisar y acompañar a l@s niñ@spara evitar la exposición a contenidos inapropiados y en horarios que afectan el sueño y la comunicación familiar.
Es importante que tengamos en cuenta las recomendaciones mencionadas, y si los vamos a exponer que sea de forma selectiva: elegir el contenido que van a mirar, tratar de que sea el menor tiempo posible y pautado con anticipación, elegir el momento (posiblemente sea aquel en el cual no podamos estar totalmente disponibles), supervisar siempre lo que ven.
Ahora bien, ¿qué hacemos si nuestr@s hij@s quieren ver tv más tiempo de lo esperado? “Se enoja, llora y pide mas tv”; “es lo único que lo calma”; “puede estar horas viendo esosdibujitos”.
El punto no está en apagar la pantalla únicamente, en limitar su uso y listo. Debemos intentar identificar qué encuentra en ese “ver tv”. ¿Necesitará más atención?, ¿más presencia materna o paterna?, ¿o más opciones para elegir qué hacer en su tiempo libre?.
Entonces, no debemos quedarnos con apagar la tele y que vaya a jugar, sino acompañarl@s para que puedan conectarse con aquello que les pueda estar haciendo falta e intentan encontrar en la pantalla: conectar con su tristeza, con su aburrimiento, con nuestra presencia.
Intentemos ofrecerles actividades y recursos acordes a sus necesidades.
Cuando tienen otras opciones más interesantes y placenteras, el uso de las pantallas disminuye notablemente.
¿Cómo están llevando el uso de pantallas en sus casas?

La alimentación de nuestros peques, ¿qué hay detrás?
La alimentación de nuestros peques, ¿qué hay detrás?
Alrededor del año y medio, nuestr@s peques pueden llegar a cambiar su comportamiento con la comida: pueden querer comer siempre lo mismo, rechazando nuevos alimentos o incluso alimentos que antes comían perfectamente. A esto, muchas veces se suman manifestaciones tales como: tirar la comida al piso o querer bajarse de la sillita permanentemente.
¿A qué se deben estos comportamientos? ¿Cómo podemos actuar? ¿Debo insistirle para que coma? ¿Debo perseguirl@ por la casa para darle de comer mientras juega? ¿Y si no quiere comer?
En la mayoría de los casos, estos comportamientos son totalmente esperados para la edad. A partir del año y medio, sus posibilidades motrices les permiten llegar a lugares que antes no, pueden explorar el mundo por sus propios medios. El interés por la comida disminuye notablemente, predominando su interés por la exploración y el juego.
¿Cómo l@s acompañamos? CON LA CONFIANZA PUESTA EN ÉL O EN ELLA. Si desea comer lo hará, si tiene hambre comerá. Lo importante es ofrecerles alimentos ricos en nutrientes. Nuestr@s hij@s irán tomando lo que necesiten en ese momento.
Es super importante considerar, qué nos pasa a nosotr@s frente a la alimentación de nuestr@s hij@s. En muchas ocasiones nos angustiamos y preocupamos excesivamente porque “no se alimenta”, “no me come nada”. Si vemos que juega, corre, sonríe, tenemos que estar tranquil@s y cambiar el foco de nuestra mirada: ¿qué tipo de “alimentación” le quiero garantizar?, ¿qué es lo que le quiero brindar como mamá o papá a través de la comida? ¿Existen necesidades infantiles mías que no fueron satisfechas en el pasado?¿Me siento nutrid@ emocionalmente?
La edad por sí sola no repara viejas heridas. L@s invito a reconocer si existen necesidades que no han sido satisfechas en la infancia en el pasado para poder decidir qué haremos hoy, cómo sanaremos aquellas heridas, para no trasladar “ese hambre” a nuestros hij@s.
¿Cómo llevan la alimentación de sus peques? ¿Se hicieron estas preguntas alguna vez?

Durante esta crisis, el antídoto son los vínculos
Y sí, somos seres sociales por definición. Y por más aislamiento obligatorio que estemos cumpliendo, necesitamos estar en contacto con otr@s. Pero no es solo una necesidad, es la ÚNICA manera de mantenernos san@s en este momento tan difícil.
Pero… ¿Cómo nos vinculamos en medio de esta cuarentena? Construyamos relaciones saludables, amorosas, respetuosas. Revisemos cómo nos estamos vinculando. Prestemos atención a si hay algún familiar que haya quedado en soledad, así lo podemos llamar, mandar mensaje, para sentirnos cerca.
Tejamos redes, una red que sostenga a la familia. Pensemos en conjunto. Nos acompañemos. Pensemos que esto también es CRIAR: es compartir con nuestr@s hij@s cómo afrontamos las crisis. Es también enseñarles cómo en momentos difíciles, generamos lazos, damos lugar a las emociones y construimos nuevos modos de estar junt@s.
¿Están pudiendo mantener relaciones saludables con sus seres queridos? ¿Qué estrategias están encontrando?

“¿Cómo construir acuerdos con mi pareja al momento de criar un hijo?”
“¿Cómo construir acuerdos con mi pareja al momento de criar un hijo?”
Criar a un hijo o hija, muchas veces, no resulta una tarea sencilla. Constantemente nos encontramos con nuevas situaciones que nos desafían y nos generan dudas o preguntas en torno a lo que estamos haciendo. ¿Lo estoy haciendo bien? ¿Es lo mejor para mi peque?
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Ahora bien, ¿cómo hacer para lograr que estas decisiones sean acordadas con la persona que me acompaña en la crianza de nuestr@ hij@? ¿Cómo lograr construir juntos una crianza basada en el respeto, sin contradicciones?
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Al formar una familia, las dos personas encargadas del cuidado y la crianza, traen al mismo tiempo, un bagaje de modelos construidos a lo largo de su vida: su familia de origen, modelos de maternidad y paternidad, expectativas sobre el rol materno o paterno, estilos de crianza, entre otros. Al formar una nueva familia, muchas veces resulta inevitable que todo este recorrido previo se ponga en juego.
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Resulta sumamente importante, poder sostener una comunicación constante con nuestro compañero o compañera para lograr acuerdos. Muchas veces, ciertas pautas o decisiones quedan implícitas en esta nueva familia, pero muchas otras veces, es necesario intercambiar opiniones, desaprender lo que traemos, deconstruir para volver a construir modelos comunes. Se necesita de mucha empatía, diá;logo y flexibilidad para recorrer juntos el camino de la crianza de una manera armónica y amorosa.
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Es importante que estos acuerdos, se establezcan entre la pareja. Tratemos de evitar desautorizarnos frente a nuestr@s pequeñ@s. Lo importante es que sientan que son acompañad@s en su crianza por los adultos que lo rodean, con mucho amor, respeto y con un mensaje claro y unificado. De esta forma seguiremos construyendo el camino para un crecimiento feliz

“Mi bebé no come nada”
Al iniciar con la alimentación con sólidos comenzamos a adentrarnos en un mundo nuevo. Empezamos a buscar recetas saludables, innovamos en la cocina, tratamos de ofrecerles a nuestros peques alimentos variados, ricos y sanos.
¿Qué hacemos si rechaza la comida? Es muy común que ante la desesperación de que “coma algo” le ofrecemos lo que sabemos que sí nos va a aceptar: leche (de vaca), yogur o fideos. Y asì comenzamos el círculo vicioso: llega el momento de la comida, la rechaza, le ofrecemos lo que sabemos que aceptará; y así sucesivamente.
Es importante analizar la situación en su totalidad. Siempre debemos descartar alguna causa física que le pueda estar dificultando la alimentación. Los dolores de garganta, por ejemplo, suelen presentarse así.
Debemos evitar como salida el ofrecimiento de alimentos que no garantizan el aporte de nutrientes que necesita. A no desesperar, “ningún niño muere de hambre teniendo la comida al frente” (Sabrina Critzmann).
Entonces, ¿qué hacemos? Intentar despertar el interés del niño por la comida. ¿De qué manera? Compartiendo el momento de la comida todos juntos, que observe cómo los adultos que lo acompañan comen lo que él tiene para comer también. Si el niño se encuentra en la mesa y no come, ¡es un gran paso! De a poco comenzarà a interactuar con la comida.
Dejemos que la explore, la manipule, que la descubra. De esta manera estará; iniciando su relación y de a poco comenzará; a comer. Los pasos pueden ser muy pequeños pero importantes!
Evitemos el uso de pantallas para entretenerlo, recordemos que el objetivo es despertar el interés de nuestro peque por las comidas, y para ello es necesario que sus sentidos estén a disposición!
La incorporación de sólidos en nuestros peques requieren de un acompañamiento permanente por parte de los adultos. La paciencia tiene que ser nuestra primer aliada, comprendiendo que su rechazo también forma parte de este camino de aprendizaje.

"Tod@s los niñ@s necesitan que su mamá; sea feliz"
"Tod@s los niñ@s necesitan que su mamá; sea feliz"
Muchas veces, escucho a mamá;s decir frases como estas: “lo má;s importante para mí es la felicidad de mi hij@”. “Yo hago todo para que mi hij@ sea feliz”.
Es innegable que la felicidad de nuestr@ hij@ es una prioridad. De hecho, hacemos mucho en pos de su felicidad; cuidamos sus emociones, jugamos con ell@s, procuramos que sean cuidados por personas responsables, les damos mucho amor, los criamos respetuosamente, entre muchas otras. Sí somos responsables de garantizarles una infancia feliz.
Ahora, ¿qué pasa con nuestra felicidad? ¿También la cuidamos tanto como a la de ell@s?
Es importante saber que ningún niñ@ crecerá; feliz sabiendo que su mamá; no lo es. Pero atención⁉ Esta frase no pretende generar culpa en aquellas mujeres que por alguna u otra circunstancia de la vida se encuentran atravesando situaciones dolorosas y/o angustiantes. La idea de esta frase es que te inspire!!! Sí, que te recuerde que es importante que tu propio camino esté teñido de momentos felices. Y que te acuerdes de que sos la responsable de procurar esos momentos!
¿Y a vos? ¿Qué te hace feliz? ¿Buscas momentitos para hacer aquello que te da placer?

A comer!
Al iniciar con la alimentación complementaria, suelen surgir muchas preguntas. Es un gran paso en la vida de nuestr@s peques y un gran cambio en la dinámica familiar también.
Entre las principales preguntas que surgen encontramos aquellas que
están relacionadas al qué ofrecerles: ¿con qué
alimentos comenzar?, ¿debo repetir el mismo alimento durante algunos
días?, ¿qué alimentos están prohibidos en esta
etapa?
Luego encontramos dudas en torno al ¿cómo?,
es decir, de qué manera debemos ofrecerles ese alimento.
¿Iniciamos de entrada con la presentación de los alimentos en
trozos?, ¿todos pueden presentarse de esa manera?, ¿es
conveniente intercalar con papillas?
También son muy frecuentes aquellas preguntas vinculadas a la
cantidad, al cuánto es conveniente que coman en cada etapa.
¿Será suficiente?, ¿se estará alimentando
bien?
.
Por supuesto que todas estas preguntas son súper
importantes y necesarias para iniciar con la alimentación
complementaria. Es un paso totalmente nuevo e importante para nuestr@ hij@ y
para nosotros como familia. Son preguntas claves para poder
acompañarl@s de la mejor manera, respetando sus tiempos y sus
necesidades.
Ahora bien, ¿nos preguntamos por la calidad
del encuentro?, ¿cuáles son las condiciones óptimas
para el momento de la comida?. Esta pregunta no es menos importante que las
anteriores, por el contrario. Las características que adopte ese
desayuno o ese almuerzo serán claves para el desarrollo, aprendizaje
y socialización de nuestr@s hij@s a lo largo de sus
vidas.
Puede pasarnos (y es lógico que así sea) que
nos preocupemos demasiado por el qué,
cómo y
cuánto, opacando la calidad del encuentro.
Que nada nos
impida poder ocuparnos de generar un clima agradable y cálido en el
momento de la comida. No importa si la preparación no salió
como la esperábamos o si nuestro peque no probó bocado.
Importa que ese momento sea vivido con alegría, con intercambios de
miradas, conversaciones cargadas de sentido.
Esto quedará registrado en ell@s para siempre. No recordarán si algún día tuvieron que comer algo menos elaborado, crecerán aprendiendo lo que es la empatía, el diálogo, la escucha, el respeto.

La adaptación al jardín (parte 1)
Estamos en tiempo de inicio escolar, nuestr@s peques están por comenzar este famoso y por muchas “temido” período de adaptación. Te dejamos algunas reflexiones para que tengas en cuenta y que puedas acompañar a tu hij@ de la manera más amorosa que puedas.
Hablamos de un período en el que tod@s los niñ@s de una sala “tienen que poder quedarse” en el jardín sin la presencia de una figura de apego. En algunas instituciones enmarcan esta etapa en “dos semanas de adaptación”. Pero… ¿tod@s l@s niñ podrán adaptarse en ese tiempo acotado? Si ya pasaron estas dos semanas y mi hij@ no se adapta ¿tiene algún problema?
Desde la psicología, sabemos que cada niñ@ es diferente y que puede requerir más o menos tiempo para alcanzar algunos cambios. Recordemos que adaptarse significa conseguir cambios significativos para poder habitar este nuevo medio ambiente que es el jardín. Es la salida del niñ@ (y de la familia) al mundo externo con nuevas pautas y una nueva referente, que será la seño. Recordemos también que cada niñ@ necesita construir nuevas figuras de apego seguro para poder quedarse en el jardín sabiendo que estará protegido. ¿La construcción de figuras de apego se logra “en dos semanas”?
Entonces, ante esto, lo primero que queremos compartirles es que nos animemos a pensar en la adaptación como un proceso. En este proceso, tu hij@ tiene que conocer un lugar nuevo, con reglas nuevas, personas adultas nuevas, niñ@s nuevos… ¿mucho no? Seamos pacientes, amorosos, nos tomemos el tiempo necesario para poder acompañarl@ en este camino. ¿Y qué pasa si no puedo dedicarle tiempo porque tengo que volver a trabajar? Busquemos qué figura de apego puede realizar este proceso: el papá, una tía, abuel@, niñera…
I M P O R T A N T í S I M O: estamos dejando huellas en los “cimientos” de nuestr@s peques, les estamos enseñando cómo l@s acompañaremos en los procesos de cambio. Le demos a este período la atención que requiera.
¿Cómo van ustedes?

La adaptación al jardín (parte 2)
Como ya dijimos en el post anterior, la adaptación lleva tiempo, y para cada niñ@ será diferente. Queremos que para tod@s l@s peques sea un proceso respetuoso. Es fundamental que tengan una buena primera experiencia, ya sabemos que las primeras experiencias durante los primeros años de vida tienen gran influencia en la vida adulta.
Aquí intentamos sintetizar algunas recomendaciones que pueden servirles para esta etapa:
Cada niñ@ tiene sus tiempos. Por favor, NO COMPAREMOS. Respetemos la individualidad de cada un@.
Pensemos en la adaptación como un proceso: nos imaginemos un espiral: tiene idas y vueltas, altibajos, avances y retrocesos. Respetemos el tiempo particular de nuestr@ hij@.
La ANTICIPACIóN es clave: antes de que comiencen las clases, podes nombrar al jardín, “meterlo” en las charlas cotidianas y, de este modo, introducirlo en el mundo de tu hij@. Por ejemplo: “Falta poco para comenzar el jardín y conocer nuevos amigos”. “Me dijeron que en tu jardín hay un montón de juguetes: dinosaurios, rompecabezas”. También pueden junt@s comprar su MOCHILA, nombrar a la seño, contarle cómo es el jardín (de qué colores, si tiene patio, tobogán, etc.).
Much@s peques necesitan que los lugares sean “maternados”. ¿Qué significa esto? Que haya algo de mamá en estos nuevos espacios. Entonces si los primeros días vamos con ell@s, jugamos con los juguetes del jardín, nos sentamos en esas sillitas, charlamos con la seño, estamos dejando nuestra huella.
NUNCA te vayas sin avisarle. El famoso “me voy cuando se distrae jugando” puede dañar la confianza que tu hij@ te tiene. Siempre avisale, siempre decile la verdad acerca de lo que va a ocurrir: “hoy mamá no se puede quedar todo el tiempo porque tiene que volver a trabajar”.
Y la recomendación más pero más importante de todas: MUCHO AMOR, RESPETO Y PACIENCIA para este nuevo logro de tu peque.
¿Cómo van ustedes?

L@s Herman@s... ¿serán unid@s?.
Al tener dos o más hij@s, como mamás y papás soñamos con relaciones fraternas amorosas entre ell@s, soñamos que sean compañer@s de vida y con un amor incondicional entre ell@s.
Ahora bien, queda claro que el simple hecho de ser hermanos no garantizará esas condiciones ¿Podemos hacer algo nosotras? Claro que podemos, y mucho más de lo que nos imaginamos.
Resulta fundamental poder gestionar cuidadosamente la atención, dedicación, necesidades y cuidados para nuestr@s hij@s. .
Por un lado, es muy importante evitar las comparaciones entre ellos. Aunque pensemos que jamás las haríamos, muchas veces las hacemos sin intención. Nos resulta inevitable pensar o hacer alusión a las diferencias que observamos: en las formas de nacer, de desenvolverse, de expresar sus emociones, en los tiempos de aprendizaje, entre otras. El punto está en evitar aquellos mensajes que hagan sentir o pensar que hay “estereotipos” o “modelos” a alcanzar para lograr nuestra mirada y ganar nuestro amor.
El objetivo está en poder comprender y transmitirles que cada un@ tiene sus particularidades y sus necesidades. Cada un@ debe ser quien deba ser; responder a su esencia. De una u otra forma recibirán nuestro amor y respeto. De esta manera, comprenderán que las relaciones humanas se construyen siguiendo esa premisa.
Las manifestaciones de celos que podemos observar entre herman@s, no nos están manifestando algo que le pasa a un herman@ con otr@, sino algo que le está pasando a un@ de nuestr@s hij@s. Los celos son un llamado a los adultos sobre necesidades que no están siendo satisfechas, miradas que no están siendo sentidas.
Tal como plantea Laura Gutman, “la hermandad se instala entre los hermanos si los padres trabajamos a favor de ella”. Nuestr@s hij@s aprenderán a amar a sus herman@s si los incluimos en la misma dinámica de amor y respeto nuestra. Así cada un@ obtendrá lo que necesita para un crecimiento feliz.

“Que nuestr@s niñ@s sean quienes han venido a ser”
Hoy en día vivimos cumpliendo tiempos y estereotipos.
Tiempos que nos marcan a qué edad y en qué momento de la vida tenemos que estar en condiciones de lograr cierto desarrollo. Tiempos que hay que cumplir y alcanzar para “no quedar fuera de lo normal”, y evitar entrar en el ámbito de “lo patológico”, lo que se desvía de la norma y, por ende, requiere de una etiqueta, un diagnóstico.
Estereotipos que indican un modelo de niñ@: sonriente, sociable, generoso, que comparta, que salude, que no use pañales a tal edad, que duerma solito, que se quede en el jardín (qué agotador!)
¿A qué los exponemos? ¿Cuáles son nuestras expectativas en relación al crecimiento de nuestr@s niñ@s? ¿Cómo nos juega la mirada del entorno?
Cada un@ de nuestr@s peques llega a este mundo con su personalidad, su carácter, su forma de enojarse, su forma de alegrarse, con sus tiempos de aprendizajes. Que nuestra principal función sea acompañarl@s con amor y respeto para que sean quienes han venido a ser.
¿Cómo juega la mirada del entorno en la crianza de sus hij@s?

“Sos la mamá que tu hij@ necesita”
Así es, nuestr@s hij@s vienen al mundo para encontrarse con nosotras. Nosotras, tal y como somos, con nuestras virtudes y defectos.
El camino de la maternidad a veces nos enseñará, nos sorprenderá, nos hará crecer y otras veces nos resultará difícil, incluso hasta hacernos dudar de nosotras mismas.
Nunca dejemos de confiar en lo que somos y lo que hacemos. Si la base es el amor y el respeto, lo estamos haciendo bien.

“Abrazame cuando menos lo merezca, será cuando más lo necesite”
A simple vista esta frase propone una obviedad. ¿Cómo no voy a contener a mi hij@ cuando lo necesite? Sin duda que forma parte de nuestro deseo: estar cada vez que nos necesiten. Sin embargo, algunas situaciones pueden resultarnos difíciles!
En muchas ocasiones nuestr@s peques suelen expresar sus emociones de manera (para nosotr@s) desmedida. ¿Qué nos generan estas reacciones? ¿Cómo las interpretamos?
Gritos, enojos, llantos interminables… Expresiones que reflejan su malestar, sin duda que necesitan nuestra contención. Pero, ante estas situaciones ¿nos sentimos en condiciones de contenerl@? ¿Qué nos provocan? Es importante que podamos reconocer y validar nuestras propias emociones para poder validar, respetar y empatizar con la de nuestr@s peques.
¿Cómo te posicionas frente al “berrinche”? ¿Reconoces su situación emocional en ese momento? ¿Nos cuentan su experiencia?